Economía

El presidente de Estados Unidos respondió así a las más recientes medidas aplicadas por Beijing, en el marco de la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo que se recrudeció en febrero pasado. Los mercados mundiales y el dólar retroceden con los anuncios.

Desde que, el cuatro de febrero de 2025, el presidente Donald Trump decidió imponer un arancel base del 10% sobre todas las importaciones chinas, las tensiones comerciales entre Washington y Beijing no han dejado de crecer.

El más reciente capítulo tiene que ver con una seguidilla de decisiones comerciales de parte y parte que afectan a todo tipo de sectores, desde el aéreo, hasta el agrícola, pasando por los barcos y los semiconductores.

El más reciente golpe lo asestó este viernes 10 de octubre el mandatario republicano estadounidense. En su cuenta de Truth Social, amenazó con imponer más aranceles a su rival asiático y con declinar una reunión prevista con su homólogo Xi Jinping para finales de este mes.

Ataques de ida y vuelta

La relación comenzó a deteriorarse desde el mismo cuatro de febrero, con la imposición de aranceles por parte de la Casa Blanca que después fueron replicados por Beijing. Los gravámenes fueron suavizados tras una tregua arancelaria que vence a comienzos de noviembre.

Esta semana, la tensión volvió a empeorar cuando China sorprendió con anuncios de controles de exportaciones a ciertos tipos de tierras raras, que afectarían a muchas industrias de Estados Unidos, incluida la de semiconductores.

Son varios los puntos de tensión entre Beijing y Washington.

Son varios los puntos de tensión entre Beijing y Washington. © Liz Agredo – France 24

La Administración Trump respondió de inmediato, y el Departamento de Transporte propuso prohibir a las aerolíneas chinas sobrevolar Rusia en rutas hacia y desde Estados Unidos, sin incluir los vuelos exclusivamente de carga.

Guo Jiakun, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, expresó este viernes que el hecho de “que Estados Unidos imponga restricciones a las operaciones de las aerolíneas chinas no favorece el intercambio interpersonal entre ambos países”.

Sugerimos que Estados Unidos reflexione sobre el impacto de sus propias políticas en sus empresas nacionales, en lugar de reprimir injustificadamente a otras naciones y hacer que los consumidores globales paguen la factura

Rusia prohibió a las aerolíneas estadounidenses y a muchas otras extranjeras sobrevolar su espacio aéreo en represalia a la prohibición de Washington de los vuelos rusos sobre su territorio tras la invasión a Ucrania. Sin embargo, no hizo lo mismo con las chinas.

Tanto el Gobierno Trump, como las aerolíneas estadounidenses lo critican, ya que les da la ventaja a las aerolíneas chinas de reducir el tiempo de vuelo y consumir menos combustible.Un vuelo tarda casi dos horas menos en el trayecto Beijing - Los Ángeles si pasa por Rusia.

Un vuelo tarda casi dos horas menos en el trayecto Beijing – Los Ángeles si pasa por Rusia. © Liz Agredo – France 24

En su más reciente golpe comercial, el Ministerio de Transporte chino anunció que los buques propiedad de empresas y particulares estadounidenses, aquellos construidos en Estados Unidos o incluso que tengan bandera estadounidense, deberán pagar tasas portuarias adicionales por cada viaje a partir del próximo martes.

Con Reuters y AP

TOMADO DE: france24.com

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