POR DANIELA OSORIO ZULUAGA

Antioquia quedó a cuatro camas de llegar de nuevo al límite que enciende la alarma. Así lo declaró la secretaria de salud del departamento, Lina Bustamante, al confirmar que si se alcanza 80% de ocupación de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y se mantiene ese indicador durante tres días, será necesario declarar de nuevo la alerta roja hospitalaria.

A ese hecho se le suman los aumentos de casos positivos confirmados en el departamento, que durante cinco de los últimos seis días fueron los más abundantes del país, superando a Bogotá con cifras cercanas y superiores a los 2.000 casos diagnosticados cada día. Hasta el lunes, la ocupación de UCI para atención general y covid-19 en Bogotá alcanzó 62,9 %, con la ocupación de 1.368 de 2.175 camas disponibles.

Según Bustamante, el aumento de positivos era predecible debido a las medidas de reactivación económica que pronosticaban que a mayor movilización de personas e incumplimiento de protocolos de bioseguridad se generarían más contagiados.

¿Qué está pasando?

Según Bustamante, durante los primeros meses, junto con el Ministerio de Salud y Protección Social, la Gobernación preparó el sistema de atención y los protocolos de bioseguridad y autocuidado ciudadano. Desde septiembre, añadió la funcionaria, luego de la apertura económico plena, la curva de contagios aumentó por la mayor exposición pública y el no acatamiento de medidas de autocuidado.

En eso concuerda Yéssica Giraldo, médica epidemióloga e investigadora de la Universidad CES, quien argumenta que el aumento de contagios, desde su perspectiva, va en dos direcciones. La primera tiene que ver con la mayor movilización de personas, sin embargo, añadió, también es claro que ha habido un relajamiento general en la población antioqueña que tiende a pensar que la situación está controlada, sin analizar esa posibilidad de riesgo.

La segunda tiene que ver con la percepción que están teniendo los ciudadanos sobre el virus y que depende mucho de cómo se les comunique desde las autoridades, afirmó la epidemióloga. “Se les dice a los ciudadanos que no salgan, que se cuiden y luego se les pide que ayuden a la reactivación de la economía y aprovechen la semana de receso. Ese mensaje, a la larga, deja en el imaginario colectivo que las cosas van por buen camino y que no hay tanto riesgo como antes”, sostuvo.

Por su parte Leopoldo Giraldo, gerente para la atención de la covid en Antioquia, concuerda con que la población “sigue pensando de manera muy tranquila sobre la covid. Para avanzar en la apertura que tenemos siempre hemos planteado que es necesario cumplir a cabalidad con los protocolos”, anotó.

Sumado a eso, la Secretaría de Salud asegura que se están haciendo más pruebas que antes, con un promedio de 6.000 pruebas al día, pero con una diferencia: “Antes las hacíamos en búsqueda activa comunitaria, cuando íbamos a una comuna y aplicábamos pruebas aleatorias; ahora se están haciendo focalizadas, donde buscamos quién ha tenido contacto estrecho con positivos y les aplicamos el test”, precisó Bustamante.

Ese número de pruebas se analizan en los 21 laboratorios que están autorizados en Antioquia, los cuales, en conjunto, tienen una capacidad de procesar 10.000 pruebas, según datos del Instituto Nacional de Salud.

“Entonces son insuficientes, porque según los modelos internacionales a los que le apuesta Colombia, por cada caso positivo se deberían realizarse unas 20 pruebas más, para detectar su cerco epidemiológico. Acá estamos lejos de eso y ni siquiera llegamos al tope de las pruebas que podrían evaluarse en un día con los laboratorios que tenemos”, dijo Yéssica Giraldo.

La capacidad hospitalaria

Los aumentos de casos se traducen en más personas que deben ingresar a los centros de salud y a las UCI. Sin embargo, ese porcentaje de ocupación de camas no solo es de pacientes covid.

“Las Unidades de Cuidado Intensivo están siendo ocupadas por otros personas que salen de una operación o que padecen otras enfermedades”, afirmó Bustamante, explicando que la alerta roja se declararía para volver a restringir los servicios en clínicas y hospitales atendiendo solo procedimientos urgentes. Así se liberarían camas para atender eventuales picos de pacientes críticos por coronavirus.

Cabe aclarar que respecto a la cantidad de camas en UCI, el departamento cuenta con 923 para pacientes con covid-19, de estas últimas hay 705 ocupadas, entre pacientes confirmados y sospechosos.

Es decir, que la ocupación en el departamento, según el reporte del lunes 12 de octubre, es de 76,38 %.

Por otro lado, el último pico de muertes se presentó entre el 2 y el 12 de agosto, con un promedio de 43 personas. En septiembre la cifra se estabilizó pasando a un promedio de 19 y en la última semana volvió a una media de 27 cada día, lo que significa que las muertes están aumentando de nuevo.

De esos fallecimientos, lo que se conoce es que “80% son adultos mayores y que 50 % de las personas que ingresan a UCI no salen con vida. Por lo que hay que cuidar aún más esas poblaciones vulnerables”, dijo Bustamante.

¿Habrá nuevas medidas?

Además de la posible alerta roja hospitalaria, las autoridades no descartan retomar otras restricciones.

“Nos preocupan las fechas que movilizan mucho a la población, como el pasado Día de Amor y Amistad y el puente de este fin de semana en los municipios”, dijo Bustamante.

Pero lo que determinará si hay cierres o no será cómo se siga comportando esa curva epidemiológica. “Será un tema que se tendrá que evaluar entre mandatarios locales y el Ministerio del Interior”, indicó la titular de la cartera de salud.

No obstante, lo que sí está claro es que “la única forma de bajar ese contagio es con algunas restricciones”, declaró la secretaria, y agregó que no necesariamente deberán ser tan severas como en los primeros tres meses de la pandemia, por ejemplo, se podrían retomar los toques de queda o las medidas de 4 o 5 días de apertura por 3 o 2 de cierres.

En eso concuerda el gerente Giraldo, quien descartó una nueva cuarentena para los próximos días. “Seguiremos fortaleciendo los protocolos para que eso nos permita la contención de los contagios. La idea es que podamos controlar desde lo individual para no tener que llegar a los cierres generales. Eso sí, de ser necesario, tendremos que poner por encima la vida de las personas y habrá que solicitar los cierres necesarios”, concluyó Leopoldo Giraldo.

Esteban Restrepo, secretario de Gobierno de Medellín, dijo que por ahora la alcaldía no contempla nuevas restricciones o cierres, sin embargo, continúa el monitoreo. “La apertura se mantiene solo si es seguro para la ciudadanía, por eso es importante el autocuidado. No bajemos la guardia”, finalizó.


Tomado de: www.elcolombiano.com

Por admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *