Con una medida provisional debido a los malos olores que afectan a la comunidad, el inspector primero de Bello, Juan Sebastián Montoya, llevó a cabo este martes el sellamiento temporal de la planta de tratamiento Aguas Claras.

“Hemos tomado la decisión en derecho, basados en las normas. Antes de que empezara a funcionar este lugar en 2019 no había ningún tipo de olor, ahora que se va a suspender la operación tampoco lo habrá”, expresó Montoya para dar un parte de tranquilidad a la comunidad.

El inspector manifestó que la planta, desde el punto de vista ambiental, aún no está terminada y señaló que no está en contra de que esta funcione, pero solo podrá hacerlo cuando no afecte a los habitantes que viven a su alrededor.

Montoya agregó que el documento con el que se hizo oficial el sellamiento también lo tendrá el Área Metropolitana, autoridad ambiental que deberá decidir si lo revoca o continúa con el procedimiento.

La suspensión de la actividad, según el acto administrativo, quedará en firme a partir de las 8:00 a.m. del viernes 5 de junio. También se suspende la entrada de aguas residuales del interceptor norte y del río Medellín.

El inspector afirmó que a las 10:00 a.m. estaban citados los directivos de EPM, pero no aparecieron en el lugar por lo cual se procedió con el cierre temporal sin su presencia.

Y es que según el Comité de Afectados por la PTAR, las quejas han ido en aumento desde febrero. Solo el mes pasado se registraron 1.516 y en abril fueron 404. En total, en cuatro meses ya van 2.374 reportes de habitantes que viven en los alrededores del sitio.

EL COLOMBIANO publicó esta semana un informe sobre la situación. En este artículo EPM, responsable del sitio y de la mitigación del problema, afirmó que si bien la pandemia de la covid-19 retrasó el cronograma, ya se había completado el 55 % del mismo con 21 acciones para solucionar el tema de los malos olores.

Aunque la compañía aseguró que con las obras adelantadas no hay razón para que la situación haya empeorado, vecinos de la planta se quejan porque esto les estaría trayendo problemas de salud y también una desvalorización de sus propiedades.

Al sellamiento temporal, el inspector Montoya también le sumó un plazo de cinco días, desde este martes, para sacar toda el agua de la PTAR, que solo podría reabrirse cuando tenga las condiciones para funcionar sin afectar a la comunidad. Además, se otorga un tiempo de 25 días para evacuar todos los residuos sólidos de la planta.

Pese a esta decisión, EPM le dijo a EL COLOMBIANO que, al menos hasta la mañana de este martes, no ha sido notificada sobre la medida. El Área Metropolitana se expresó en el mismo sentido, pero a las 10:30 a.m. ambas entidades estaban reunidas con el inspector Montoya en el lugar, hablando sobre este caso y se espera un pronunciamiento en el transcurso de la mañana.

¿Qué se hace en Aguas Claras?

La PTAR de Bello opera desde septiembre del 2019 a flujo pleno y trata a diario un aproximado de cuatro metros cúbicos por segundo de aguas residuales.

Esta planta de tratamiento contribuye con el 50 % en la disminución de los índices de contaminación del río Medellín y, sumado al 25 % que aporta San Fernando, ubicada en Itagüí, la reducción total es del 75 %.

El proyecto costó $1,6 billones, tuvo cuatro años de retraso y problemas con 35 subcontratistas del Consorcio HHA (conformado por las firmas coreanas Hyundai Engineering & Construction Co. Ltd., Hyundai Engineering Co. Ltd., y la española Acciona Agua) que aquejan perjuicios.

A las 10:00 a.m. de este martes, el inspector Juan Sebastián Montoya procedió a hacer el sellamiento de la PTAR de Bello. FOTO MARÍA PAULA HERNÁNDEZ B.

Información tomada de: www.elcolombiano.com

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