Llegar hasta aquí no fue fácil. Si hace tres meses le sugerían al director de un laboratorio de diagnóstico que había que montar en sus instalaciones, en cuestión de tres o cuatro semanas, una prueba inédita que apenas comenzaba a realizarse en otros lugares del mundo, la respuesta quizás hubiera sido una sonora carcajada.
Aunque las gestiones de la Seccional de Salud de Antioquia y las entidades aliadas iniciaron desde antes, cuando la pandemia no era pandemia y apenas se hablaba de la cuarentena obligatoria, una selfie del pasado 21 de marzo en la que un grupo de ocho integrantes de la U. de A. y dos de la Universidad Nacional reportaban el éxito de la capacitación que les impartió el INS en Bogotá, dio luces de que estaba cerca la posibilidad de que algunos laboratorios regionales asumieran la responsabilidad de las pruebas diagnósticas para las personas sospechosas de covid-19.
La lucha por contener el avance de la enfermedad en Antioquia se libra en varios frentes: los centros asistenciales en los que se atienden los pacientes, los hogares donde se cuidan los ciudadanos y los laboratorios que procesan las pruebas del nuevo coronavirus, que serán claves en las decisiones sanitarias, políticas y económicas de aquí en adelante.
Ricardo Velasco Vélez, director de la Escuela de Microbiología de la Universidad de Antioquia, explicó algunos de los retos con los que se enfrentaron las universidades y laboratorios públicos y privados que levantaron la mano y asumieron el reto de instalar y ampliar la capacidad diagnóstica en Antioquia para el nuevo coronavirus.
“El balance en general es muy positivo. Ha sido un asunto muy retador porque montar un servicio diagnóstico por primera vez en cualquier laboratorio es complejo ya que implica considerar requisitos técnicos, de calidad, normativos, negociar con proveedores y estandarizar metodologías. Hacerlo sobre la marcha cuando el servicio es nuevo en el mundo y a contrarreloj es todavía más complejo”.
Solo en la U. de A. esa cruzada implica una red de nueve laboratorios (Inmunología Celular, Programa de Estudio y Control de Enfermedades Tropicales, Inmunovirología, entre otros) y a la fecha están autorizados a procesar hasta 250 pruebas al día, pero la aspiración es que dado el caso se pueda aumentar a 2.500 al día aumentando el personal y organizando turnos 24/7. El debut fue el pasado 15 de abril con 70 muestras correspondientes al personal que labora en la Plaza Minorista.
Panorama departamental
Lina Bustamante, secretaria de Salud de Antioquia, explica que aunque en la actualidad el departamento tiene la red más extensa de diagnóstico para identificar el sars-cov2, en el país no se puede decir que con eso será suficiente porque la incertidumbre en el manejo de mitigación de la pandemia ha sido un ingrediente diario en un panorama cambiante.
“No sería responsable decir que, con la capacidad actual que tenemos, es suficiente para cuando tengamos los picos altos de la pandemia. Claro que ayuda tener una red amplia de laboratorios y con calidad. A hoy tendríamos la capacidad de procesar 3.600 muestras con los horarios en los que están trabajando, pero eso se podría modificar ampliando la capacidad del recurso humano de los laboratorios. Igual depende del comportamiento de la curva”.
Según la funcionaria, el aumento de las pruebas en el departamento es proporcional con el alza de los casos de seguimiento que se registren y el éxito de los cercos epidemiológicos. El pasado jueves, por ejemplo, se procesaron 450 pruebas en Antioquia y un día después, el viernes 24 de abril, la cifra fue de 446 con 21 casos positivos.
“Cuando hay un caso positivo se le hace la investigación de campo y se identifican los círculos estrechos del paciente. Con los brotes que hemos tenido en el departamento se ha aumentado el número de muestras y nos demoramos, en promedio, entre 24 y 48 horas para entregar resultados porque a veces cuando vienen de municipios por fuera del Valle de Aburrá el transporte implica un tiempo”, explicó.
En el laboratorio de Sura, que por ahora abarca sus propios afiliados de las Eps, Arl y otros servicios de la empresa como pólizas, actualmente trabajan 44 personas en turnos entre las 6:00 a.m. y las 10:00 p.m. y procesan en promedio 550 pruebas al día, con la salvedad de que muchas provienen de otras regiones donde la empresa tiene servicios. La idea es llegar a procesar hasta 1.800 pruebas al día.
María Claudia Burbano, gerente de Prestación de Seguros Sura Colombia, resaltó que para agilizar la puesta en marcha de los laboratorios fueron claves tanto la alta formación de virólogos y bacteriólogos y que buena parte de los equipos tecnológicos que se utilizan para detectar otros virus sirvieran para realizar la prueba del sars-cov2, el causante de la covid-19.
Reactivos y otros problemas
Muchos se preguntarán por qué si el departamento cuenta hoy con una red para hacer hasta 3.600 pruebas, ningún día de la pandemia ha ocupado el 100 % de la capacidad instalada. Parte de la respuesta la da Sergio Jaramillo, jefe del Departamento de Laboratorio Clínico del Hospital Pablo Tobón Uribe, entidad que fue avalada desde la semana pasada para realizar pruebas y que tiene capacidad para realizar cerca de 84 por día.
“Hay que tener en cuenta que cada prueba tiene un costo y en nuestro caso los reactivos – o kit diagnóstico – los ha comprado el hospital. La prueba se debe concentrar en los pacientes que tengan una sospecha porque conseguir los reactivos es complejo y si la curva cambia vamos a tener que aumentar las pruebas, se pueden acabar y quedarnos sin reactivos así los usuarios tengan dinero con qué pagarla. Hay que ser racionales con ese gasto”, concluyó.
María Claudia Burbano, de Sura, añadió que la consecución de los reactivos es una problemática que trasciende fronteras y contó que las negociaciones para adquirir los kits son complejas porque muchos países han restringido la venta y no entregan la cantidad negociada en un solo envío.
Desde la U. de A., por ejemplo, contaron que con el ritmo de muestras que están procesando tendrían reactivos para una semana más por lo que se hace necesario adquirir más unidades de estos materiales que hoy por hoy son la única prueba que permite un diagnóstico temprano del sars-cov-2.
María Angélica Maya Restrepo, especialista en enfermedades infecciosas y quien hace parte del equipo técnico de la Gobernación de Antioquia, cuenta que desde el departamento exploran nuevas alternativas que permitan hacer la prueba que se conoce como PCR, por sus siglas en inglés.
“Para hacer diagnóstico de covid hay una prueba que se llama de oro que muestra la detección del material genético del virus (RNA) y lo que hace la prueba es extraer el RNA, amplificarlo y contabilizarlo, pero esa extracción es una limitante porque ha sido difícil conseguir el reactivo en todo el mundo, países como Alemania y China han restringido la exportación. Estamos buscando alternativas y otros procedimientos que nos puedan ayudar en la extracción que es la primera etapa de la prueba”.
Aunque reconoce la importancia indudable de los reactivos, Ricardo Velasco Vélez, de la U. de A., llama la atención sobre otros costos adicionales en los que se incurren cuando se hacen pruebas para casos sospechosos de covid-19.
“Digamos que el costo de operación total de una prueba es $180.000 y de eso solo $45.000 (el 25 %) corresponde a los reactivos, pero también se necesitan guantes, mascarillas, pagar personal, calibrar equipos. Nada hacemos si nos donan o conseguimos 1 millón de reactivos si no tengo los equipos calibrados o materiales adecuados para cuidar a nuestro personal. Se nos pueden vencer los reactivos o pasar el pico epidemiológico y no los alcanzamos a usar si el acompañamiento no es completo. Tiene que haber un equilibrio”, concluyó .
Información tomada de: www.elcolombiano.com