La técnica principal que se ha utilizado desde el primer caso reportado en China es la PCR, sin embargo tiene algunas limitaciones, como las horas que se necesitan para obtener resultados o la disponibilidad de reactivos necesarios para realizarlas. Ahora, se han implementado los test rápidos. ¿Cómo funcionan?
Todos los países trabajan a contrarreloj para hacer la mayor cantidad de test y saber la cifra real de personas contagiadas. El objetivo es detener la propagación de virus. Pero, ¿cómo funcionan estas pruebas? La técnica principal que se ha utilizado desde el primer caso reportado en China es la PCR, por las siglas en inglés de “reacción en cadena de la polimerasa” que fue diseñada por el Nobel de Química Kary Mullis. (Vea aquí toda la información sobre coronavirus)
Esta técnica se basa en copiar una pequeña cantidad de ADN millones de veces de modo que haya suficiente para analizarlo. No solamente se ha empleado para detectar los casos positivos por COVID-19, también se ha utilizado para determinar paternidades o identificar cadáveres.
Lo primero que hacen los médicos es tomar una muestra del paciente, la recolectan del fondo de la nariz o la parte posterior de la garganta. Con un copito largo, los médicos sacan esa muestra y sirve para detectar las proteínas (antígenos) de la superficie del virus.
Esa muestra es puesta en un contenedor con las medidas de seguridad necesarias y, posteriormente, se envía a un laboratorio donde será analizado. En Colombia, este estudio lo estaba desarrollando el Instituto Nacional de Salud (INS). (Le puede interesar: Colombia entra, oficialmente, en la fase de mitigación del COVID-19)
¿Cómo funcionan las pruebas?
Expertos explicaron a Compound Interest cómo es el paso a paso de la prueba. Aclararon es que el virus SARS-CoV-2 no tiene ADN de doble cadena, sino ARN. Como estas pruebas solo hacen copias de ADN, primero hay que convertir el ARN en ADN. El ARN del virus, obtenido de la prueba, se purifica y se mezcla con transcriptasa inversa, una enzima que convierte el ARN de una sola cadena en ADN de doble cadena.
“El ADN vírico se añade a un tubo de ensayo junto con cebadores, que son secciones cortas de ADN diseñadas para unirse al virus; nucleótidos, que son los bloques de construcción que componen el ADN; y una enzima constructora del ADN. La máquina PCR calienta la mezcla y hace que el ADN de doble cadena se desenrede y el cebador pueda unirse al ADN a medida que se enfría”, dice el medio.
Este proceso es el punto de partida para que la enzima constructora de ADN lo copie. Luego, se desarrollan repetidos calentamientos y enfriamientos hasta que se han creado millones de copias del ADN. Para confirmar la presencia del virus, le añaden colorantes fluorescentes al tubo de ensayo mientras se copia el ADN.
“La fluorescencia aumenta a medida que se producen más copias y, si cruza un cierto umbral, la prueba es positiva. Si el virus no estaba presente en la muestra, la prueba PCR no habrá hecho copias, por lo que el umbral de fluorescencia no se alcanzará y, en ese caso, la prueba será negativa”, añade el medio.
Aunque estas pruebas son bastante usadas tienen algunas limitaciones, como las horas que se necesitan para obtener resultados o la disponibilidad de reactivos necesarios para realizarlas.
Test de detección rápida
Estas pruebas son capaces de detectar si un paciente es positivo o no entre 10 y 15 minutos. Una de esas pruebas es el test serológicos, donde se toma una muestra de sangre para detectar los anticuerpos que producen las defensas del organismo días después de ser infectado por el virus.
Son unos kits que tienen un funcionamiento similar a los test de embarazo y se basan en una técnica denominada inmunocromatografía en papel. Aquí aparece una línea de color cuando el paciente es positivo para el virus SARS-CoV-2.
Los científicos advierten que, pese a su rapidez en el resultado, son menos fiables que la PCR. Por eso, se deben complementan con otra prueba si el resultado es negativo o dudoso. Estos no detectan el virus directamente, sino los anticuerpos que el organismo ha producido para defenderse de él.
Información tomada de: www.elespectador.com