Contaminación del aire en el Valle de Aburrá (17/03/20). FOTO MANUEL SALDARRIAGA

El inicio de la cuarentena obligatoria en Antioquia, además de proteger a la población de la propagación del covid-19, también tuvo un fugaz efecto positivo sobre la calidad del aire en el Valle de Aburrá. El pasado sábado 17 de 18 estaciones poblacionales instaladas por el Siata estuvieron en nivel amarillo, el domingo fueron 13. Ninguna llegó a rojo.

Sin embargo, el lunes 23 de marzo comenzó un progresivo deterioro y, con la mayoría del parque automotor y la industria parados, el alcalde de Medellín Daniel Quintero expresó:

“La crisis ambiental a pesar de la cuarentena deja claro que el Área Metropolitana por años no ha reconocido causas reales de contaminación, ha sido simplista. Hay que aprovechar condiciones actuales para investigar a fondo y fijar medidas que permitan anticipar fenómenos”.

La crítica del mandatario recayó sobre una década de investigaciones que ha llevado a cabo el Siata sobre el tema, cuyos resultados demuestran que los vehículos y la industria sí están relacionados con la mayor parte de las emisiones. El director del sistema, Carlos David Hoyos, tildó de irrespetuoso al alcalde por sugerir que los análisis no han sido rigurosos.

Con el paso de los días la calidad del aire se deterioró y el pasado jueves Quintero, que suele dar la mayoría de sus anuncios por Twitter, escribió: “Le he dado instrucción al Área Metropolitana de realizar un estudio independiente para descubrir las causas reales del deterioro de la calidad del aire”.

Más allá de la evidente fractura de confianza entre el Siata y la Alcaldía de Medellín, la gente se pregunta, ¿qué está pasando con el aire y por qué no mejora con la cuarentena?

El clima y otros factores

Leonardo Ruales, meteorólogo de la regional del Ideam en Antioquia, explicó que en el Valle de Aburrá se han evidenciado vientos débiles durante las mañanas, lo cual impide la adecuada dispersión del material particulado (PM) 2.5.

“Eso hace que por las condiciones que tiene la región, con el agravante de que las precipitaciones hasta ahora han sido dispersas y no tienen tanta intensidad, no se pueda lavar un poco la contaminación”, subrayó.

Fuera de los vientos al interior del valle, el meteorólogo indicó que los que han entrado al Aburrá desde el Caribe sí son fuertes y han sido responsables de arrastrar hasta la ciudad las partículas generadas por incendios en otras zonas.

En eso mismo coincidió Gustavo Londoño, subdirector Ambiental del Área Metropolitana (Amva), al indicar que este año las quemas de cobertura vegetal en el noreste de Colombia y parte de Venezuela son superiores a los promedios históricos, y a eso se suma que en las noches las lluvias han estado por debajo de la intensidad habitual de esta época de transición.

Sin embargo, Ruales dijo que se espera que entre hoy y mañana los vientos que entran por el norte se debiliten, aumente la humedad que llega del sur y del Pacífico, e inicie de lleno la temporada de lluvias.

“El pronóstico es que la próxima semana será lluviosa. Es probable que haya tormentas, incluso granizo. Si bien estamos en temporada de lluvias desde mediados de marzo, abril y mayo tienen los picos de las precipitaciones”, anotó.

Curiosamente, estos factores internos (meteorología) y externos (incendios) son los mismos que han mostrado las investigaciones del Siata. Aún así, el alcalde Quintero sugiere un estudio distinto.

¿Es necesario hacerlo?

EL COLOMBIANO le preguntó al Amva si había alguna idea sobre quiénes podrían llevar a cabo el análisis independiente, pero la entidad se limitó a responder: “Estamos revisando el tema desde lo técnico para iniciar los estudios solicitados”.

La petición de la alcaldía al Área no fue bien recibida por académicos y científicos. El docente de la Universidad EIA Santiago Ortega dijo: “La forma como se ha manejado el tema desde la alcaldía es nociva. En lugar de ver la situación de los incendios, prefirieron cuestionar años de trabajo científico”.

Muestra de que las medidas adoptadas con base a lo que se ha investigado han servido, dijo el profesor, es que ni siquiera en medio de esta crisis ambiental se superan los niveles de contaminación registrados en 2016.

Ortega dijo que lo preferible hubiese sido usar los insumos entregados por el Siata y profundizarlos, más no sugerir que las conclusiones entregadas hasta ahora no son las reales.

Alejandro Echeverri, director de Urbam Eafit, destacó la capacidad del Siata y recordó que el sistema es reconocido a nivel latinoamericano. Además, hizo un llamado para no tomar decisiones apresuradas.

“Seguro que se pueden incorporar expertos que estén por fuera del equipo, pero como soporte, para fortalecerlo y ver si hay que hacer ajustes, sin necesidad de generar otro canal de información técnica que es inadecuado”, dijo.

Información tomada de: www.elcolombiano.com

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